«Los humanos comprendemos y aprendemos, gracias a las distintas experiencias a las que nos sometemos y el modo en que organizamos todo lo experimentado, cómo lo analizamos e interpretamos, todo ello da forma al tejido emocional que mueve al mundo.

La Discapacidad es una situación de desventaja y de fragilidad, también de derechos no concedidos, pero de bondad inevitable, en la que se dan los más genuinos valores humanos, que apuntan a la esperanza.

El Arte reúne ideas, emociones y actividades humanas, con afán de integrarse y representar el mundo, tal como cada individuo lo percibe; es la voz de la más sensible expresión, individual y social. Transmite cultura, provoca sensibilidad y se recrea en la abstracción.

La Discapacidad y el Arte, tienen tanto en común como el hombre y su espejo, ante un espejo los humanos vemos cómo nos percibimos, no lo que somos, y lo que somos se refleja en nuestra actividad; percepción y acción se confunden en la imaginación, como caer y levantar forman parte de un mismo aprendizaje, igual que la comunicación, la discapacidad y el arte son inevitables.

Dos mundos encontrados, que en ocasiones se distancian o se confunden, así es como nuestro espacio viene acercando a estos dos mundos, desde la defensa de la individualidad, del equipo y de la sociedad, valores que en la discapacidad suponen sus principales defensores.»