DÍA MUNDIAL DE LA SALUD
El cuidado de salud de las personas con Discapacidad Intelectual es muy importante, entendida ésta como salud bio-psico-social. Por ello, la atención que se les presta debe cubrir los aspectos funcionales, cognitivos, comunicativos y afectivo-sociales. Se debe favorecer su autonomía y empoderamiento enseñándoles estrategias de autocuidado y hábitos de vida saludables.
Según estudios, las personas con DI presentan más problemas de salud relacionados con el sistema nervioso, como epilepsia, déficits sensoriales y problemas de salud mental, presentan además una mayor prevalencia de problemas de movilidad, piel, sueño, músculo esqueléticos, nutricionales, orales y dentales, así como desórdenes endocrinos, hipertensión, sorbrepeso, dolor crónico, disfagia, fracturas, osteoporosis, infecciones de oído y de ojo (Jase, Krol, Groothoff y Post, 2004; Salvador-Carulla et al., 2008; Straetmans et al., 2007). A todo esto se une el fenómeno de ensombrecimiento o eclipsamiento diagnóstico, que impide muchas veces determinar la causa real de la afección de la persona con DI.
Las revisiones periódicas, los controles rutinarios y la planificación de su tiempo invertido en actividades de autocuidado y de ocio es imprescindible para garantizar una buena salud en las personas con DI.